lunes, 12 de enero de 2015

México lindo (II): México DF y Teotihuacán

 
Retomando el viaje por donde lo dejé, aterricé en México DF el domingo por la noche. Tomé un taxi autorizado a casa de mis amigos Nacho y Esteban, como me habían recomendado. Ya en ese momento pude experimentar lo grande que es la ciudad. México DF es un monstruo de 20 millones de personas con un tráfico horrible. ?Os imagináis lo que es tener una carretera de circunvalación de 2 pisos? Pues eso es lo que tienen en el DF.
Tras el recibimiento en el ´departamento´ de mis amigos, como le llaman allí, todos a descansar.

Día 4

Ya al día siguiente empecé mi turisteo por la capital mexicana.

Camino al centro en taxi

Mi primera parada fue en el famoso Zócalo, una de las plazas más grandes del mundo. La plaza fue construida sobre lo que en su día fue el epicentro de Tenochtitlán, la capital de la cultura azteca. El Zócalo alberga la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional, entre otros.

Palacio Nacional



Catedral Metropolitana, la más grande y antigua de Latinoamérica

Tras visitar la Catedral tomé la calle Moneda para adentrarme en el centro histórico. Me alucinó el barullo en las calles, llenas de puestos callejeros y gente yendo y viniendo, coches,... !Un poco locura! Callejeando pasé junto a la Iglesia de la Santísima Trinidad, la plaza de Loreto, el Templo Mayor (antiguo centro ceremonial azteca) y la Plaza de Santo Domingo.



Ruinas del Templo Mayor


Plaza Santo Domingo


Calle colorida del centro histórico


Cámara de Diputados











































Paré a comer cerca de allí, en el Café Tacuba, en el número 28 de la calle del mismo nombre. Y si os suena ´Café Tacuba´, sí, estáis en lo cierto, la famosa banda de rock tomó prestado del local este nombre. Haciendo caso a la guía y a mi amiga Nerea pedí una cerveza Modelo oscura y enchiladas (como canelones) Tacuba con pollo, queso y salsa de espinacas.
 

Cerveza Modelo

Las enchiladas estaban buenísimas.

Tras llenar el estómago continué con mi excursión. Paré en la Secretaría de Educación Pública para admirar los murales de Diego Rivera y sus discípulos.







El pan nuestro, de Diego Rivera

La cena del capitalista, de Diego Rivera
La orgía, de Diego Rivera




















Paseé hasta alcanzar la Alameda, un bonito parque donde también se encuentra el precioso Palacio de Bellas Artes. Muy cerca de allí están la Torre Latinoamericana y la Casa de los Azulejos.


Palacio de Bellas Artes y Torre Latinoamericana de fondo
Casa de los Azulejos




De vuelta al Zócalo por la calle 5 de mayo paré a repostar en la dulcería de Celaya, una joyita a la antigua usanza para aquellos a los que nos encanta el dulce.

Mi merienda: lima rellena de coco y una gloria



Además tuve la suerte de que al llegar al Zócalo estaban los soldados bajando la bandera, así que me quedé un rato a ver el jolgorio antes de volverme a casa de mis amigos.

Impresionante bajada de la bandera







Tras mi memorable viaje de 1h30 en taxi para ir hasta casa de mis amigos, fuimos a cenar a la cadena el Tizoncito. Pedimos doble ronda de totopos (lo que en cristiano llamamos nachos) y tacos al pastor (que llevan carne cortada tipo kebab y piña), !buenísimos, vaya vicio!

Totopos con un montón de salsas
Tacos al pastor




















Día 5

El martes amanecimos y salí de casa a la vez que mis amigos. Aprovechando que ellos se iban hacia el metro para trabajar, les acompañé por el bonito tramo del barrio de San Ángel. Anduvimos por la calle empedrada Galeana y paré a desayunar en Chucho El Roto (C/ Madero, 8). Tomé un zumo de naranja, chocolate oaxaqueño (más líquido que el español y con ligero sabor a canela) con pan de yema y huevos mañaneros revueltos con frijoles, chiles toreados y aguacate. !Menudo festín para empezar el día!

Casa en la calle Galeana

Equipo Deefe





Desayuno de campeones















Tras llenar el estómago comencé mi recorrido. Paré en el Museo Colonial del Carmen, un antiguo monasterio carmelita del siglo XVII, y de allí anduve hasta el Parque de la Bombilla. También me acerqué a un rincón del DF que me encantó: la plaza Federico Gamboa, que atesora la preciosa capilla de San Sebastián Mártir y la casa de Gabriel García Márquez.

Museo Colonial del Carmen
Garita en el Parque de la Bombilla


Capilla de San Sebastián Mártir

 
A unos pasos de allí se encuentra Coyoacán, una joya de barrio con sus preciosas casas de colores y sus calles empedradas. La larga Avenida Francisco Sosa, rodeada de de rincones coquetos, conduce a la Plaza Hidalgo, centro neurálgico de la zona.



Cartel de entrada a Coyoacán



Altar en la Avenida Sosa








Arco de entrada a Plaza Hidalgo

Templo de San Juan Bautista en Plaza Hidalgo


Figura en un mercadillo de Plaza Hidalgo



Patio del Palacio de Cortés






















Cerca de la Plaza Hidalgo se encuentran las casas de dos famosos artistas, Frida Kahlo y León Trotsky. Me acerqué a visitar la Casa Azul, museo de la mexicana Frida Kahlo y me quedé prendada del colorido y la colección de arte pre-hispánico que atesoró junto a su marido Diego Rivera.


Museo Frida Kahlo



Autorretrato de Frida





Patio
Cocina de la casa de Frida




Figuras pre-hispánicas en el patio



Complementos varios de la artista mexicana
Prótesis de Frida, verdaderos instrumentos de tortura


Museo León Trotsky

 Tras la visita al Museo Frida Kahlo tomé un taxi para ir al barrio de la Condesa, y se dio la casualidad de que hablando con el taxista, Ramón, resultó que este buen hombre también llevaba a gente a Teotihuacán. Os contaré un poco más adelante acerca de esta historia.
En la Condesa paseé por los Parques España y México antes de quedar en El Ocho (Avenida México 111, Sta Cruz Atoyac, Benito Juárez) con mi amiga Claire. Éramos antiguas compañeras de colegio en Francia y fijaos si ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, que nosotras no hemos cambiado mucho pero nos acompañaba una personita más, su hija Haizea.


Barrio de la Condesa




Claire y yo con Haizea

 
Tras el reencuentro cené con mis amigos Nacho y Esteban en La Buena Fe (Altavista 43, Colonia de San Ángel) y probé los tacos de cochinita pibil.
 
Tacos de cochinita pibil

Día 6

El miércoles amanecí y me dirigí al parque de Chapultepec, el ´Central Park´del DF, por el amplio Paseo de la Reforma, donde me topé con una curiosa marcha.


Estatua de ´El Ángel´, en Reforma



















En Chapultepec visité su Castillo, donde vivieron los Emperadores Maximiliano y Carlota durante su breve reinado alrededor de 1860, tomé un trenecito turístico y recalé en el inmenso e impresionante Museo Nacional de Antropología, que contiene innumerables tesoros desde la era pre-hispánica hasta nuestros tiempos.


Monumento a los Niños Héroes





Patio del castillo de Chapultepec






Entrada al Museo Nacional de Antropología



Fuente en el patio del Museo







Impresionante ´Piedra del Sol'




Árbol de la vida



















Ya por la noche quedé con mi amigo Esteban y otra conocida suya para dar una vuelta por Reforma, subir al Monumento a la Revolución y cenar en la taquería Chinampa (Río Lerma 119, Colonia Cuauhtémoc) unos tacos al pastor, gringa de pollo y café de olla. También se nos unió mi amigo Jorge.

Monumento a la Revolución
Foto de grupo
Tacos al pastor y café de olla




















Día 7
El jueves era ya mi último día en el DF y quedé con mi amigo Javi para ir juntos a Teotihuacán, como a una hora de la capital.
Fuimos en taxi con Ramón, el taxista simpático que os conté que conocí cuando me llevó de Coyoacán a Condesa. El buen hombre nos hizo un tour muy completo y primero recalamos en una zona próxima al recinto de Teotihuacán, donde un azteca nos explicó el uso de sus plantas, probamos el pulque y el tequila y compramos artesanía indígena.


Mercadillo



















Tras la introducción, entramos ya en harina visitando Teotihuacán y subiendo a las impresionantes Pirámides del Sol y de la Luna. !Vaya subidas tan empinadas, pero os aseguro que las vistas merecen la pena!

Vista panorámica desde la Pirámide del Sol. A la derecha se aprecia la Pirámide de la Luna.


En la cumbre de la Pirámide del Sol, la tercera más alta del mundo

 
Haciendo el indio ante la Pirámide del Sol

Vistas desde la Pirámide de la Luna
Vendedor ambulante cerca de la Pirámide de la Luna

 


 Tras la visita a Teotihuacán paramos en la Basílica de Guadalupe, venerada en todo México. Nos llamó la atención que en realidad hubiese dos basílicas, una antigua, preciosa aunque ya bastante deteriorada y con la estructura torcidísima, y otra moderna bastante fea. Además subimos al Cerro de Tepeyac donde se encuentra la Capilla de las Rosas y se admiran unas vistas geniales sobre el DF.

Interior de la Basílica moderna

Antigua Basílica de Guadalupe





Capilla de las Rosas
Panteón del Tepeyac



















Tras el largo día de excursión, y como no habíamos comido, fuimos de merienda-cena a Casa Toño (Londres, 144; colonia Zona Rosa), donde nos pusimos finos probando el pozole con pollo (sopa con granos de maíz y muchas más sustancias), flautas surtidas de papa, pollo y carne y quesadilla de hongos y requesón, todo ello regado con cerveza Tecate.



Salsas para untar

Flautas y pozole

Y así, tras un intenso día, tocó poner rumbo a la última etapa de mi viaje, tomando un taxi al aeropuerto de DF para volar a Cancún.

!Bye bye, DF, volveré!

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