Tras el recibimiento en el ´departamento´ de mis amigos, como le llaman allí, todos a descansar.
Día 4
Ya al día siguiente empecé mi turisteo por la capital mexicana.
Camino al centro en taxi |
Mi primera parada fue en el famoso Zócalo, una de las plazas más grandes del mundo. La plaza fue construida sobre lo que en su día fue el epicentro de Tenochtitlán, la capital de la cultura azteca. El Zócalo alberga la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional, entre otros.
Palacio Nacional |
Catedral Metropolitana, la más grande y antigua de Latinoamérica |
Ruinas del Templo Mayor |
Plaza Santo Domingo |
Calle colorida del centro histórico |
Cámara de Diputados |
Paré a comer cerca de allí, en el Café Tacuba, en el número 28 de la calle del mismo nombre. Y si os suena ´Café Tacuba´, sí, estáis en lo cierto, la famosa banda de rock tomó prestado del local este nombre. Haciendo caso a la guía y a mi amiga Nerea pedí una cerveza Modelo oscura y enchiladas (como canelones) Tacuba con pollo, queso y salsa de espinacas.
Cerveza Modelo |
Las enchiladas estaban buenísimas. |
Tras llenar el estómago continué con mi excursión. Paré en la Secretaría de Educación Pública para admirar los murales de Diego Rivera y sus discípulos.
El pan nuestro, de Diego Rivera |
La cena del capitalista, de Diego Rivera |
La orgía, de Diego Rivera |
Paseé hasta alcanzar la Alameda, un bonito parque donde también se encuentra el precioso Palacio de Bellas Artes. Muy cerca de allí están la Torre Latinoamericana y la Casa de los Azulejos.
Palacio de Bellas Artes y Torre Latinoamericana de fondo |
Casa de los Azulejos |
De vuelta al Zócalo por la calle 5 de mayo paré a repostar en la dulcería de Celaya, una joyita a la antigua usanza para aquellos a los que nos encanta el dulce.
Mi merienda: lima rellena de coco y una gloria |
Impresionante bajada de la bandera |
Tras mi memorable viaje de 1h30 en taxi para ir hasta casa de mis amigos, fuimos a cenar a la cadena el Tizoncito. Pedimos doble ronda de totopos (lo que en cristiano llamamos nachos) y tacos al pastor (que llevan carne cortada tipo kebab y piña), !buenísimos, vaya vicio!
Totopos con un montón de salsas |
Tacos al pastor |
Día 5
El martes amanecimos y salí de casa a la vez que mis amigos. Aprovechando que ellos se iban hacia el metro para trabajar, les acompañé por el bonito tramo del barrio de San Ángel. Anduvimos por la calle empedrada Galeana y paré a desayunar en Chucho El Roto (C/ Madero, 8). Tomé un zumo de naranja, chocolate oaxaqueño (más líquido que el español y con ligero sabor a canela) con pan de yema y huevos mañaneros revueltos con frijoles, chiles toreados y aguacate. !Menudo festín para empezar el día!
Casa en la calle Galeana |
Equipo Deefe |
Desayuno de campeones |
Tras llenar el estómago comencé mi recorrido. Paré en el Museo Colonial del Carmen, un antiguo monasterio carmelita del siglo XVII, y de allí anduve hasta el Parque de la Bombilla. También me acerqué a un rincón del DF que me encantó: la plaza Federico Gamboa, que atesora la preciosa capilla de San Sebastián Mártir y la casa de Gabriel García Márquez.
Museo Colonial del Carmen |
Garita en el Parque de la Bombilla |
Capilla de San Sebastián Mártir |
Cartel de entrada a Coyoacán |
Altar en la Avenida Sosa |
Arco de entrada a Plaza Hidalgo |
Templo de San Juan Bautista en Plaza Hidalgo |
Figura en un mercadillo de Plaza Hidalgo |
Patio del Palacio de Cortés |
Cerca de la Plaza Hidalgo se encuentran las casas de dos famosos artistas, Frida Kahlo y León Trotsky. Me acerqué a visitar la Casa Azul, museo de la mexicana Frida Kahlo y me quedé prendada del colorido y la colección de arte pre-hispánico que atesoró junto a su marido Diego Rivera.
Museo Frida Kahlo |
Autorretrato de Frida |
Patio |
Cocina de la casa de Frida |
Figuras pre-hispánicas en el patio |
Complementos varios de la artista mexicana |
Prótesis de Frida, verdaderos instrumentos de tortura |
Museo León Trotsky |
Tras la visita al Museo Frida Kahlo tomé un taxi para ir al barrio de la Condesa, y se dio la casualidad de que hablando con el taxista, Ramón, resultó que este buen hombre también llevaba a gente a Teotihuacán. Os contaré un poco más adelante acerca de esta historia.
En la Condesa paseé por los Parques España y México antes de quedar en El Ocho (Avenida México 111, Sta Cruz Atoyac, Benito Juárez) con mi amiga Claire. Éramos antiguas compañeras de colegio en Francia y fijaos si ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, que nosotras no hemos cambiado mucho pero nos acompañaba una personita más, su hija Haizea.
Barrio de la Condesa |
Claire y yo con Haizea |
Tras el reencuentro cené con mis amigos Nacho y Esteban en La Buena Fe (Altavista 43, Colonia de San Ángel) y probé los tacos de cochinita pibil.
Tacos de cochinita pibil |
Día 6
El miércoles amanecí y me dirigí al parque de Chapultepec, el ´Central Park´del DF, por el amplio Paseo de la Reforma, donde me topé con una curiosa marcha.
Estatua de ´El Ángel´, en Reforma |
En Chapultepec visité su Castillo, donde vivieron los Emperadores Maximiliano y Carlota durante su breve reinado alrededor de 1860, tomé un trenecito turístico y recalé en el inmenso e impresionante Museo Nacional de Antropología, que contiene innumerables tesoros desde la era pre-hispánica hasta nuestros tiempos.
Monumento a los Niños Héroes |
Patio del castillo de Chapultepec |
Entrada al Museo Nacional de Antropología |
Fuente en el patio del Museo |
Impresionante ´Piedra del Sol' |
Árbol de la vida |
Ya por la noche quedé con mi amigo Esteban y otra conocida suya para dar una vuelta por Reforma, subir al Monumento a la Revolución y cenar en la taquería Chinampa (Río Lerma 119, Colonia Cuauhtémoc) unos tacos al pastor, gringa de pollo y café de olla. También se nos unió mi amigo Jorge.
Monumento a la Revolución |
Foto de grupo |
Tacos al pastor y café de olla |
Día 7
El jueves era ya mi último día en el DF y quedé con mi amigo Javi para ir juntos a Teotihuacán, como a una hora de la capital.
Fuimos en taxi con Ramón, el taxista simpático que os conté que conocí cuando me llevó de Coyoacán a Condesa. El buen hombre nos hizo un tour muy completo y primero recalamos en una zona próxima al recinto de Teotihuacán, donde un azteca nos explicó el uso de sus plantas, probamos el pulque y el tequila y compramos artesanía indígena.
Mercadillo |
Tras la introducción, entramos ya en harina visitando Teotihuacán y subiendo a las impresionantes Pirámides del Sol y de la Luna. !Vaya subidas tan empinadas, pero os aseguro que las vistas merecen la pena!
Vista panorámica desde la Pirámide del Sol. A la derecha se aprecia la Pirámide de la Luna. |
En la cumbre de la Pirámide del Sol, la tercera más alta del mundo |
Haciendo el indio ante la Pirámide del Sol |
Vistas desde la Pirámide de la Luna |
Vendedor ambulante cerca de la Pirámide de la Luna |
Tras la visita a Teotihuacán paramos en la Basílica de Guadalupe, venerada en todo México. Nos llamó la atención que en realidad hubiese dos basílicas, una antigua, preciosa aunque ya bastante deteriorada y con la estructura torcidísima, y otra moderna bastante fea. Además subimos al Cerro de Tepeyac donde se encuentra la Capilla de las Rosas y se admiran unas vistas geniales sobre el DF.
Interior de la Basílica moderna |
Antigua Basílica de Guadalupe |
Capilla de las Rosas |
Panteón del Tepeyac |
Tras el largo día de excursión, y como no habíamos comido, fuimos de merienda-cena a Casa Toño (Londres, 144; colonia Zona Rosa), donde nos pusimos finos probando el pozole con pollo (sopa con granos de maíz y muchas más sustancias), flautas surtidas de papa, pollo y carne y quesadilla de hongos y requesón, todo ello regado con cerveza Tecate.
Salsas para untar |
Flautas y pozole |
Y así, tras un intenso día, tocó poner rumbo a la última etapa de mi viaje, tomando un taxi al aeropuerto de DF para volar a Cancún.
!Bye bye, DF, volveré!
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