Y otro año más pasaron los
San Marciales.
Como cada
30 de junio, el ritual de este día nos hace sentir
nervios y emoción,
alegría porque fin llegó el día y
tristeza porque pasa demasiado deprisa. Las calles de Irún se tiñen de
rojo, blanco y negro, la
música suena por todas partes y la
pólvora recorre la ciudad.
Este año las fiestas han sido más especiales si cabe.
Cuando llegué a Washington allá por enero pensé que no volvería a Irún hasta finales de noviembre, pero la primera boda de la cuadrilla fue la excusa para regresar a casa por unos días y reencontrarme con los míos.
Y es que lo importante de las fiestas es
disfrutar en compañía de los nuestros, familia y amigos, para pasar otro año más la página de junio en el calendario.
Es difícil para una irunesa sentarse a escribir sobre -a mi entender - el mejor día del año. Ese 30 de junio tan especial, que esperamos durante todo el año. Pero trataré de plasmar con palabras e imágenes las sensaciones de este día tan intenso.
Para empezar,
un poquito de historia.
El desfile de armas que se celebra en Irún cada 30 de junio, día de San Marcial, fiesta de la ciudad, es la conmemoración de la victoria de las tropas irunesas sobre las francesas durante la madrugada del
30 de junio de 1522. La batalla, que tuvo lugar en la Peña de Aldabe de Irún, formó parte de una serie de ofensivas francesas cuyo objetivo era controlar la zona fronteriza del Bidasoa.
Durante este 2013 también se ha celebrado el bicentenario de la
segunda batalla de San Marcial, que tuvo lugar el 31 de agosto de
1813, cuando el ejército aliado hispano-luso-británico se enfrentó a las tropas napoleónicas.
Si queréis consultar más información:
http://www.alardedeirun.com/es/alarde/historia-del-alarde y
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_San_Marcial_(1813)
Las
figuras clave del Alarde:
http://www.alardedeirun.com/es/alarde/figuras-del-alarde
Aunque el día grande de las fiestas es el 30 de junio, día de San Marcial, las festividades comienzan semanas antes.
Durante el mes de mayo se eligen las
cantineras, que son las reinas de las fiestas en cierto modo.
http://www.alardedeirun.com/es/fototeca/cantineras?view=cantinerasporano
Entre preparativos, mayo da paso a junio y el gran día se va acercando. Alrededor del día 20 de junio comienzan los
ensayos de las compañías en sus barrios respectivos. Ahí es cuando las cantineras toman contacto por primera vez de forma oficial con la calle y ensayan desfilando por sus barrios, junto a su compañía: el capitán, algunos txilibitos (o pífanos), tambores y la infantería con sus escopetas.
El día
28 de junio es el típico día de cenas de las cuadrillas y la noche de la presentación de las cantineras.
El
29 de junio, día de San Pedro, la compañía de Caballería, con el General del Alarde al frente, pasa revista a todas las compañías del Alarde de Irún. De barrio en barrio y a caballo, comprueban que todos se encuentran listos para la "batalla" del día siguiente.
Esa misma noche del 29 se celebra el desfile de las
Antorcheras, un acto basado en la noche previa a la batalla del 30 de
junio de 1522, cuando las mujeres y niños de Irún desfilaron con hachas ardiendo y simulando el ruido de los cascos de los caballos para hacer creer a las tropas francesas enemigas que los soldados iruneses se encontraban en la ciudad en vez de avanzando hacia la Peña de Aldabe.
Y por fin llega el tan ansiado 30 de junio, el día de San Marcial. La jornada empieza muy pronto.
A las 4h se toca la primera
Alborada, y a las 6h la
Diana. Es el momento en que la mayoría de las cuadrillas se unen para escuchar la música, saltar juntos, y después separarse: los chicos a desfilar y nosotras a desayunar y coger sitio para saludarles y animarles por el camino.
Cada compañía recoge a su cantinera, que previamente ha dado de desayunar a toda la compañía, y las tropas se van formando en la
Plaza de Urdanibia.
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Cogiendo sitio en la Cuesta de San Marcial. Niña vestida de cantinera. |
A las 8h25, al toque del cornetín, el Cabo de Hacheros enfila la Cuesta de San Marcial abriendo así el Alarde y rompiendo todo Irún en aplausos y vítores. Es el momento de la esperada
Arrancada.
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Vista de la Cuesta de San Marcial |
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El Cabo de Hacheros abriendo paso. |
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El Comandante del Alarde |
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La cantinera de Caballería |
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Cantinera saludando en la Cuesta de San Marcial |
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Cantinera de Santiago |
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Cantinera saludando |
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Cantinera de Artillería |
Tras subir la Cuesta de San Marcial, las tropas esperan a que el General del Alarde entre al galope en la
Plaza de San Juan para hacerse cargo de las mismas. Se incorpora la bandera de Irún, portada por la compañía Bidasoa, y se realizan tres descargas. El Alarde toma rumbo hacia la
Iglesia del Juncal, donde se repiten las descargas.
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Bajada a la Iglesia del Juncal |
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El Cabo de Hacheros llegando a la Plazoleta del Juncal |
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La Banda tocando en la Plazoleta de la Iglesia |
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Cantinera de Caballería |
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Descarga en la Plazoleta del Juncal |
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El General de Alarde ordenando a las tropas antes de la descarga |
Las compañías retoman el recorrido por las calles de Irún.
Se dirigen después hacia la
Ermita de San Marcial, en el monte del mismo nombre. Allí se ofrece una ofrenda y se celebra una misa de campaña. La gente se junta allí para picar algo y bailar. Tras la subida al monte, toca el momento de la comida familiar y si hay suerte, echarse una siestecita.
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Campa del Monte San Marcial |
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Bailes en el monte |
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Ermita de San Marcial |
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Vistas desde el Monte San Marcial |
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La comarca del Bidasoa (Irún, Hondarribia y Hendaya) desde el Monte San Marcial |
Por la tarde, las tropas vuelven a unirse y comienza el recorrido del Alarde. La parte más emotiva suele ser la que discurre bajando la
calle Mayor, último tramo del desfile, justo antes de romper filas en la Plaza de San Juan para que cada compañía regrese a su barrio.
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El Paseo Colón, arteria de Irún, llena de gente cogiendo sitio para el Alarde de la tarde |
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La cantinera de Caballería saludando. |
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Cantinera de San Miguel |
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Compañía en una pausa del recorrido. |
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La Banda del Alarde |
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Ambientazo en la Calle Mayor |
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Bajada de la Calle Mayor |
Llegada la noche, como os podéis imaginar, es el momento de seguir disfrutando del intenso día. El punto culminante siempre son los
Arkupes, los arcos del Ayuntamiento bajo los que se juntan cantineras, músicos de la Banda y Tamborrada y todo el que quiera unirse. Desde la noche hasta bien entrada la madrugada no dejan de tocarse marchas sanmarcialeras, y todos cantan y bailan deseando que el 30 de junio no acabe nunca.
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Marcando el ritmo en los Arkupes |
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Ambientazo en los Arkupes |
A las 6h de la mañana, ya día 1 de julio y con los Arkupes aún llenos de gente, se toca la "reDiana", celebrando que ya ha pasado un día entero desde la Diana de las 6h del día de San Marcial.
Y así, al son de la música, poco a poco la gente se va yendo a casa, cansada pero ya pensando en los San Marciales del año siguiente.
Gora Irún, gora San Marcial.
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