Como lo prometido es deuda, hoy retomo el relato del road trip primaveral.
En este post, así como en unos cuantos más que vendrán después, me detendré en
Florida.
Dejando atrás la fría Costa Este y DC volamos a
Miami. Por mucho que fuera casi medianoche para cuando aterrizamos, alquilamos el coche y llegamos al apartamento de Airbnb que habíamos reservado, no sabéis qué gusto de calorcito tropical.
Por cierto, si pasáis por Miami (ya sea la ciudad o el aeropuerto) no dejéis de visitor el
Versailles, toda una institución. La primera vez que fui estuve en el restaurante homónimo en
Little Havana, pero esta vez me comentó una amiga que picara algo en su cafetería del aeropuerto. !Me gustó tanto que caí a la ida y a la vuelta, no os digo más! Si queréis mi consejo, su chocolate caliente (nada que ver con los malos que te ponen en DC) y su empanada de guayaba y queso nunca fallan.
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| Embarcando para Miami |
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| Sobrevolando el inmenso Miami de noche |
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| Preparada para el buen tiempo |
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| La matrícula de nuestro coche de alquiler, de Florida de toda la vida. |
Nuestro apartamento estaba situado en
Wynwood, el barrio artístico de Miami lleno de galerías de arte. No era ninguna maravilla y era un horno pero lo bueno es que estaba muy bien localizado, y tardábamos unos 15 minutos a
Miami Beach.
Florida _Día 1
La primera mañana que amanecimos en Miami fuimos a desayunar al Front Porch Café en
Miami Beach (
1458 Ocean Dr). Pedimos 3 beach breakfast deluxe y nos pusimos como unos campeones.
De allí salimos pitando hacia el
puerto de Miami porque habíamos reservado el
tour de los famosos con la Miami Tour Company. Estuvo bien pero no tan divertido como el
tour con la otra compañía que hice con los becarios en mi primer año. Eso sí, las mansiones que se ven en el recorrido y la panorámica de Miami me impactaron igualmente.
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| Listos para ver a los famosos |
Tras el paseo en barco dimos una vuelta por el complejo del Puerto y el
Bayside Marketplace, lleno de restaurantes y tiendas. También vimos la Freedom Tower, no muy lejos de allí, que es una interpretación libre de la Giralda.
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| Freedom Tower |
Luego nos acercamos un rato a
Ocean Drive y Collins Ave, el corazón del postureo de
South Beach, para admirar los edificios
art déco.
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| South Beach |
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| Colorido puesto de vigilancia en South Beach |
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| Paso de cebra con la bandera gay |
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| Estampas con sabor |
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| Collins Ave |
Tras el breve paseo dejamos a mi madre en el aeropuerto y mi hermano y yo nos quedamos a disfrutar del tiempo fraternal durante 24 horas.
Quedamos con mi amiga Clara en
Brickell, en el Novecento, y luego fuimos a cenar al restaurante Bolívar (
661 Washington Ave), donde tomamos papas criollas, patacones,ceviche Bolívar, empanadas y, por supuesto, una buena margarita.
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| Lincoln Road de noche |
Florida _Día 2
Durante nuestra segunda jornada en Miami, mi hermano y yo decidimos ir a explorar
Key Biscayne.
Las vistas a la ciudad son impresionantes durante el trayecto y además se estaba celebrando el US Open de tenis.
Paramos en la
playa de Crandon Park, ideal porque apenas había gente y el agua era casi cristalina.
Andando un poco por la orilla y adentrándonos hacia tierra firme descubrí mi trozo de paraíso terrenal. Mirad las fotos y juzgad por vosotros mismos.
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| Playa de Crandon Park |
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| !Me habría quedado a vivir en este merendero! |
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| Al rico coco |
Tras el relax mañanero volvimos al aeropuerto a recoger a mi padre y nos fuimos directos de
turisteo por Miami.
Comenzamos la ruta en
Coconut Grove, la comunidad más antigua de la ciudad y legendario punto de encuentro hippy en los años sesenta. Paseamos por allí, dimos una vuelta por el centro comercial CocoWalk y volvimos por Grand Ave. Justamente en esta avenida se encuentran las sencillas casas de la comunidad local de las Bahamas, descendientes de los buscadores de barcos hundidos.
De Coconut Grove condujimos al barrio de
Coral Gables, uno de mis favoritos en Miami. Aquí se encuentran la
Venetian Pool y el precioso
Biltmore Hotel,
de los que ya os hablé la anterior vez que estuve de visita por aquí.
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| Venetian Pool |
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| La Coral Gables Congregational Church |
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| Biltmore Hotel |
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| La increíble piscine del Biltmore Hotel |
Nuestras últimas paradas turísticas del día fueron el
Holocaust Memorial y
Ocean Drive, para admirar el distrito
art déco y pasear de nuevo por
Collins Ave.
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| El escalofriante Holocaust Memorial |
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| Estatuas a tamaño natural de las víctimas del Holocausto |
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| Atardecer en South Beach |
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| Edificios art déco en Ocean Drive |
Y para rematar la jornada acabamos cenando en el famoso
Versailles (
3555 SW 8th St), en la conocida Calle Ocho de Little Havana. Tal y como recordaba, la comida y el servicio fueron muy buenos y tomamos plantain pie with picadillo, half chicken, beef y una señora margarita para la que suscribe. El bastión cultural y gastronómico de la comunidad cubana no defraudó pero eso sí, !abrigaos bien porque tienen el aire acondicionado a tope!
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| Estampa en Little Havana |
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| !Delicioso! |
